El antiguo Hospital San Juan de Dios de El Carmen de Viboral, es uno de los edificios más emblemáticos del municipio, en el que su origen, a principios de siglo XX, tiene una semejanza a las actuales condiciones: una epidemia de viruela fue uno de los antecedentes más próximos al establecimiento del primer Hospital público de la localidad.
Hoy, más de un siglo después, y paradójicamente rodeados de una nueva epidemia, la Alcaldía se ve forzosamente obligada a anunciar su derribamiento, el deterioro que presenta y el riesgo inminente de su caída, exigen dar esta terrible noticia, que aunque entristece a toda su comunidad, representa la oportunidad de hacer memoria sobre su valor, tanto en términos estéticos y arquitectónicos, como sobre el impacto que tuvo en la sociedad por las múltiples etapas y funciones que ha desempeñado en el municipio.
“Cuando llegué a la Alcaldía en enero de este año me propuse recuperar todos los espacios públicos de los carmelitanos. En el caso de la sede del antiguo Hospital que después fue subsede del Sena, a principios de este año enviamos un equipo técnico para que la inspeccionara. El abandono de esta estructura era evidente; sin embargo, empezamos a buscar maneras de hacerlo útil y de volverlo a abrir, de que estuviera a disposición de los carmelitanos tras muchos años de abandono y cierre total. Esa era nuestra idea” expresó John Fredy Quintero, Alcalde de la localidad.
Y añadió: “Me reuní con personas del SENA, me reuní con personas del Ministerio de Cultura, fui y toqué puertas en la Gobernación de Antioquia y en el IDEA; planteé que este lugar se convirtiera en un espacio para la cerámica, para la memoria o para el desarrollo de El Carmen; el caso era que quería, de cualquier manera, preservar esta estructura”
Ante todo esto, hoy a las 4:00 de la tarde, se quiere hacer una ceremonia de despedida de esta edificación, la cual representa una pérdida y, a la vez, una posible re-significación de uno de los bienes inmuebles más representativos para la historia de El Carmen de Viboral, y así mismo, como una posibilidad más para reiterar y preguntar por nuestro rol y compromiso social, institucional y ciudadano en la preservación del patrimonio cultural municipal.