Dora Isabel Suárez, una historia de vida
Esta tarde, Dora Isabel Suárez, gran líder y profesional del municipio de Marinilla, llevará a cabo una Eucaristía en acción de gracias, por su recuperación, luego del grave percance que le ocurrió en diciembre pasado y para agradecer por la solidaridad recibida durante este tiempo.
La celebración religiosa, será en el Teatro Simona Duque de Marinilla a las 6:00 p.m.
Queremos desde el portal ORIENTESE.co, destacar esta historia de vida, por esto compartimos este reportaje publicado en la última edición del Periódico La Prensa Oriente.
⇒ El pasado 25 de diciembre, un día después de “noche buena”, Dora Isabel Suárez, exconcejala del municipio de Marinilla, se encontraba en su casa con su esposo, sus hijas, su hermana y su cuñado, después de que, la noche anterior, había celebrado la navidad en compañía de su familia.
Esa noche, entre risas y una buena conversación, Dora Isabel, quién se encontraba en pijama, se disponía a encender su chimenea, como siempre lo hacía, sin ningún inconveniente, además, tenía muy clara una técnica especial para que la llama aumentara y perdurara por más tiempo; en ese momento, sin saber el giro que le daría la vida, se acercó a la chimenea para echarle una pequeña cantidad de aceite con alcohol industrial y así darle más continuidad al fuego, pero, infortunadamente, este rebotó en su ropa, ocasionándole grandes quemaduras en el 70 % de su cuerpo.
Su esposo y su cuñado trataron de apagar el fuego que cada vez se extendía más. “Me estaba quemando viva”, así lo expresa Dora Isabel, quien en aquel momento de angustia, sintió que nadie sería capaz de apagar las llamas de su cuerpo, y recordando que podía poner en riesgo la vida de sus dos hijas, pensó en tirarse por la ventana de su casa ubicada en un tercer piso; sin embargo, como una señal de resiliencia, el ventanal no se abrió; finalmente su esposo logró apagar las llamas, quitarle la ropa que había quedado adherida a su cuerpo y llevarla inmediatamente al Hospital San Juan de Dios de Marinilla, donde fue introducida en un chorro de agua fría y atender las heridas que se expandían por dentro de su piel.
Luego de varios procedimientos, Dora Isabel fue trasladada a Medellín, al Hospital San Vicente Fundación donde estuvo varios días en la Unidad de Cuidados Intensivos –UCI-, y luego fue trasladada al pabellón de quemados.
El diagnóstico principal era de una probabilidad de vida del 10 %, la razón era que, cuando hay quemaduras en la piel, quedan heridas abiertas, y una persona con las características de Dora Isabel, tenía grandes probabilidades de morir, debido a una infección o una bacteria.
Sin embargo, aunque el panorama era desalentador, y a pesar de las profundas heridas, las infecciones, las bajas defensas, el cansancio, el desaliento y los fuertes dolores físicos, esta guerrera, que siempre estuvo consciente en todos los procesos médicos, se aferraba a su vida con una actitud esperanzadora.
Además, su hermana Catalina, quien llegaba de Bogotá para las festividades, fue una gran motivadora para su recuperación, pues, en todo momento, le recordaba que debía luchar por su vida y no desfallecer, porque sus hijas la necesitaban. Y así fue, Dora, soñaba con volver a abrazar a sus pequeñas Martyna y Amalia, y a su esposo, que siempre estuvo a su lado dándole mucho amor y fortaleza.
Luego del incidente
Luego de pasar tres meses en el hospital, Dora Isabel pudo regresar a su casa, donde debía continuar con otro duro proceso: reintegrarse a su nueva vida entre terapias y rehabilitaciones.
Dora, quien siempre ha sido muy creyente en Dios, está segura de que su caso es un milagro y que Él puso ángeles en su camino, pues según ella, el Dr. Hoyos encargado de su recuperación y quien, además, tenía gran experiencia atendiendo a personas en su misma situación, le repetía constantemente a su familia que eran muy pocas las probabilidades de que ella saliera adelante; sin embargo, en contra de todos los pronósticos, su piel empezó a cicatrizar de forma inverosímil, y fue así, que después de tanto tiempo, pudo regresar a casa con su esposo y sus hijas. “Hay situaciones que uno dice, ¿cómo logré soportar?, pero los seres humanos guardamos una fuerza interior grande que es el soporte para salir adelante en momentos críticos. Mi situación fue
siempre con una posición esperanzadora”, expresó.
Esta mujer, no solo agradece a Dios por su recuperación, si no, también, a su familia y a todas las personas que se manifestaron a través de oraciones y mensajes llenos de cariño y fe.
Dora Isabel manifiesta que, “a veces hay que perder muchas cosas para valorarlas, y eso no debería ser así, uno tiene que comprender que la vida es un regalo y somos muy frágiles, e infortunadamente, siempre nos estamos complicando y amargando la vida. Uno no debería darle tanta trascendencia a cosas que no valen la pena”.
¿Quién es Dora Isabel?
Dora Isabel Suárez Giraldo siempre ha sido una reconocida líder social del municipio de Marinilla. Fue exconcejala en los tres últimos periodos administrativos, exasesora ejecutiva de la administración municipal, ingeniera informática, abogada con especialización en derecho administrativo, y estudiante de la maestría en dirección y gestión pública local.
Antes de su incidente, Dora, venía trabajando en su precandidatura a la Alcaldía de Marinilla; sin embargo, a raíz de esto, decidió trabajar en su recuperación y dejar a un lado su aspiración política, pero un día, los miembros del directorio municipal del Partido Conservador, fueron a visitarla y a proponerle que retomara nuevamente su precandidatura al primer cargo del municipio.
Luego de consultar con sus especialistas, quienes le recomendaron reincorporarse a su vida normal, Dora, aceptó la propuesta y ahora se encuentra centrada en su aspiración política, en su familia, y, sobre todo, en ella misma, para sentirse cada vez más lista y segura de continuar trabajando por la comunidad.
Finalmente, esta valiente mujer agradece desde lo más profundo de su corazón la solidaridad tan grande que hubo ante su accidente, “y espero que mi caso sirva de ejemplo a muchas personas para demostrar la fuerza interna que guardamos por dentro. Hay que tener fe, paciencia y aprender a manejar la tranquilidad. Aquí estoy firme”.
Por: Johanna Ramírez
Especial para La Prensa